Punto y Línea

Hoy hablaré desde mi. Desde la persona tras este blog que tan desatendido llevo.

A lo largo de mi corta vida he tomado muchas decisiones con respecto a mi futuro cercano, lejano, intermedio. Algunas han sido buenas, otras no tanto. Aún así entre las pocas constantes que marcan el paso del tiempo, en el que yo como persona he cambiado una infinidad de veces (y probablemente cambie otra infinidad de veces más), la escritura siempre estuvo. Desde textos infantiles hasta, creo yo, textos maduros reflejo de mi propia evolución. Tanto ha pasado oculto entre letras, tachones y párrafos re-escritos que solo de pensarlo me cuesta entender como no lo vi antes.

Cambié varias veces de objetivo, soñé con dedicarme a curar animales, dar clases, diseñar, programar, y un tanto de variantes más que no merece la pena nombrar por lo poco que duraron en mi cabeza. Lloré de frustración, muchas veces. Muchas más lo haré porque el camino frente a mi, si bien claro, no es llano. Es largo, si. Bastante. Pero más dolor me ha causado el no encontrarme conmigo, el esquivar lo que de verdad soy por el miedo al fracaso. ¿No es un fracaso negarme? Ahora creo que lo estoy entendiendo.

Por un comentario de un amigo me di cuenta cuál es mi pasión, un despiste interesante de mi parte. Más tardé en darme cuenta que solo estaba dando vueltas en círculos. Yendo de un lado al otro sin lograr nada porque simplemente no era lo mío. No se puede lograr la excelencia en algo que no te apasiona. Sin pasión no hay nada.

Hoy quiero asentar un punto final a las vueltas sin sentido, al menos en lo que a mi carrera refiere. Creo que, tras tanto deambular, me encontré con quién soy, con lo que tengo para hacer y lo que de verdad me nace. ¿Cuánto tiempo me desvelé por una historia? ¿Cuánto tiempo pasé debatiendo cuál sería el mejor desenlace, la mejor frase? Caracterizar, narrar, armar. Miles de esquemas, hojas guía, fichas de personaje, mapas, trapas. Leer, investigar, aprender de todo un poco para darle algo de cuerpo a una historia que no siempre me convencer. Mirar hojas, por horas, por días. Tachar y volver a escribir.

Una y otra vez.

¿Por qué me negué? El miedo, mi inseguridad. Son tantas las opciones con las que me he excusado para negar lo inevitable. Pero no más. Así como ejemplos vi, es momento de terminar de aceptar lo que realmente quiero, el futuro con el que verdaderamente sueño. Nada voy a conseguir si sigo negándome, y así como puedo perder, es la verdadera opción que me permite ganar.

Espero entonces, esta nueva etapa, este nuevo futuro y estas nuevas decisiones que se avecinan se vean reflejadas por estos lares. Que eventualmente pueda acompañar de escritos más frecuentes, tal vez más elaborados. Les agradezco a quienes me hayan acompañado hasta acá, y espero puedan compartir conmigo esta nueva etapa que se avecina.

Desde ya, muchas gracias por leerme.

2 comentarios en “Punto y Línea

  1. Ephyan

    La búsqueda de la pasión en la vida es un misterio, siéntete afortunada, aunque pienses y describas lo largo del camino, piensa que hay personas que aún no encuentran ese»no se que » que nos mueve a realizar lo que nos hace bien al alma, u otros que si saben, pero por no salir de la bendita zona de confort, o por el simple miedo a no encajar en el esquema racional de nuestra sociedad no siguen esa pasión.
    Un comentario muy personal, pero con mucho cariño, vamos por más! ❤

    Me gusta

Deja un comentario